martes, 9 de junio de 2015

CANADA 5-7 JUNIO 2015


En plena temporada europea hacemos un break y damos un salto a Canada, a Montreal un lugar que merece muy mucho la pena.
Decíamos que estábamos deseando salir de Europa para que todo fuese un poco más sencillo y después de esta carrera lo reafirmamos. Y eso a pesar de que este GP desde luego no es uno de los más sencillos en cuanto a desarrollo del trabajo se refiere. Aquí la cuestión logística es un tanto complicada, pero el ambiente que lo rodea y la maravillosa ciudad que es Montreal hace que todos consideremos este como una de las carreras preferidas de la temporada.
El viaje no es excesivamente pesado, en mi caso la ida fue vía Amsterdam con una escala larga allí pero que mereció la pena. Luego el viaje sigo reafirmándome que KLM cada vez me gusta más para viajes largos. Los aviones son cómodos, la  tripulación amable, la comida muy buena, el espacio entre asientos suficiente. Vamos que pocas pegas se les puede poner.
Una vez aterrizado en Montreal el protocolo de todos los años. Sigo diciendo que esta gente es muy amable y en mi caso todos los años desean darme la bienvenida personalmente. Todos los años me toca pasar por la oficina de inmigración, el año pasado para preguntarme porque no había ido los dos años anteriores, y este año para preguntarme porque entraba con un pasaporte distinto. Eso si con mucha amabilidad.
Este año cambiábamos de hotel, en esta ocasión uno bien céntrico. En pleno downtown y de la zona de shopping y de ambiente, así que no nos podíamos quejar. De lo que vamos de temporada creo que es uno de los que más me ha gustado.
Con la diferencia horaria cuando fuimos a “cenar” ya era muy tarde para nuestros metabolismos; cenar allí a las 21h significa que para nuestro cuerpo son las 3am así que no sabes muy bien si pedirte una hamburguesa o un café con leche. Y en esta ocasión a mi cuerpo no le gustó demasiado la opción elegida y al día siguiente se estuvo tomando la venganza. Eso sí me acordé de un remedio de un amigo mio que me recomendó un jarabe que venden en USA y Canada; el Peptobipmol. Mano de santo. Fui a la farmacia compré un bote pequeño y con una sola toma mi estomago revivió. No hay nada como hacer caso a las recomendaciones de los buenos amigos.
Ya el miércoles en el circuito fue cuando tocó preparar todo lo necesario para el resto de la semana. Reuniones varias. Peticiones más o menos complejas, visitas a compañeros de equipos y teles y esta semana si ha habido un poco de “padokeo”. Últimamente solo visitaba el paddock por cuestiones puramente laborales, a pesar de que algunos de mis compañeros pensaban que estaba allí petardeando. Esta semana si, me ha dado tiempo a tomar algún café, alguna charla, muchas risas y alguna que otra foto que me han hecho. Algunos estaban con la pistola cargada para en cuanto me veían petardeando hacerme saber que me tenían vigilado. Todo desde las risas que se echan conmigo. Tienen una imagen mía bastante distorsionada de la realidad, pero si no fuese por esos momentos de pique sano que tenemos, esto sería muy duro así que más vale tomarse todo a broma y reírse. Unas veces toca que se rían de ti y otras veces te toca a ti reírte de ellos. Tengo que decir que tengo algunos muy buenos compañeros que hacen que la convivencia sea más sencilla.
Para esta semana teníamos varios set preparados, uno en el muro de los campeones, otro en el paddock y otro en el casino de Montreal. Un lugar ciertamente curioso. La primera vez que entré allí me resulto sorprendente. Ya el de Singapore me pareció sorprendente por su gran tamaño; este en cambio me sorprendió por la enorme cantidad de gente que hay dentro jugando. Es alucinante la de personas que había, y eso que no pude acceder a la zona de “grandes jugadores” que estaba restringida.
Tuve que hablar con el departamento de atención al cliente y con seguridad para solicitar los permisos pertinentes, y este año también me dieron todas las facilidades del mundo para poder hacer una parte de nuestro programa desde sus instalaciones.
Este viaje iba yo con el presentimiento de que algo iba a suceder que nos iba a complicar la existencia, pero no ha sido así. Todo se ha desarrollado más o menos dentro de la normalidad y nos ha dado tiempo a poder disfrutar de esta gran ciudad.
En mi caso me suele gustar dedicar un día a hacer compras, ya que suelen estar en rebajas y los precios son muy buenos así que todos los años algo suele caer.
Y otro día lo suelo dedicar a pasear, a perderme por la ciudad sin más objetivo que ver sitios y gente. Es una ciudad que merece mucho la pena. Este año he descubierto una nueva zona que no conocía en la parte alta Mont Royal, una zona un poco más alternativa y que me queda pendiente para años posteriores.
Una semana completa en la que nos ha dado tiempo a todo, incluso a algo que no habíamos hecho esta temporada; ir a la fiesta post-race.
Algunos de nuestro equipo aún no habían ido a ninguna de esas tan afamadas y por otra parte sobrevaloradas fiestas de después de las carreras.
Así que el domingo después de terminar y pegarnos una ducha, nos fuimos a cenar cerca de Notre Damme y después nos fuimos a la fiesta de The Code 20. Habíamos tenido que hacer gestiones previas para poder conseguir las ansiadas pulseritas que te dan acceso y allí que fuimos. Lo que allí pasó es digno de otro relato, pero para resumir mucho la fiesta podemos aplicar la frase de “lo que sucede en Montreal, se queda en Montreal”.
Además de gente normal allí había pilotos, gente de equipos, prensa, todos mezclados y en un tono muy distendido. En un garito que estaba bien y que tenia diferentes performances.
La verdad es que no puedo contar mucho de lo que pasó. Solo que al día siguiente cada uno se acordaba de unas cosas y no todos de lo mismo. Eso sí nos reímos muchísimo y los que nunca habían estado salieron ojipláticos y boquiabiertos.
Al día siguiente coger el avión a casa fue una odisea, algunos no saben muy bien como lo cogieron y otros hicimos el viaje desde antes de despegar hasta el aterrizaje dormidos.
Ahora aprovechando la escala en París aprovecho para escribir esto porque creo que voy a necesitar un par de días para recobrar las energías.
Próximo destino Austria, destino a priori tranquilito en el que espero podamos hacer una pequeña celebración.

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