miércoles, 22 de abril de 2015

China - Bahrain - Abril 2015



CHINA 10-12 Abril
Primer doblete de la temporada y para empezar volvíamos de nuevo al otro lado del mundo. Viajábamos hasta Shanghai donde comenzaban estos duros quince días.

La verdad es que este año los viajes no se me están haciendo excesivamente duros, eso si tienen varios saltos con sus correspondientes horas de espera entre unos y otros pero la verdad es que se lleva bastante bien.

Hablábamos estos días de la cantidad de vuelos que cogemos a lo largo del año. Yo calculaba que eran alrededor de 70 al año. Lo comentaba y me decían que estaba equivocado, que eran bastante más. Total que no pusimos a calcular y ciertamente estaba equivocado son más bien 120 vuelos al cabo del año. Una autentica pasada.

Para llegar a Shanghai en mi caso tuve que coger tres vuelos. El primero de ellos de Bilbao a Madrid me llevaba bien tempranito así que opte con ir con tiempo al aeropuerto, y menos mal que lo hice porque a la hora de sacar la tarjeta de embarque y facturar me dijeron que me adelantaban al vuelo anterior porque había posibilidades de que el siguiente se cancelase y entonces perdiese el resto de combinaciones. Así que embarque y me toco hacer una larga espera en Madrid. El resto de tramos fueron más  menos normales y tras 12.000kms y 31 horas después llegamos a destino, donde nos esperaba un clima bastante frío y lluvioso. Prácticamente el mismo que dejaba en Eibar.

El primer día el cansancio era notable así que fuimos a cenar a un sitio que ya conocíamos de años anteriores y rapidito a dormir, que al día siguiente tocaba ya trabajar.

Como peculiaridad de esta carrera es la necesidad de contratar traductores que nos hagan la vida un poco más sencilla. Este año tuvimos dos chicas que la verdad es que funcionaron bastante bien, porque tengo recuerdos de años anteriores en los que en vez de ayudarte te complicaban la vida. 

El resto de semana laboral fue más o menos normal. No hubo muchas cosas dignas de destacar así que a pesar del tradicional clima frío los días pasaron más o menos rápidos y todos contábamos los días para poder terminar este GP.

Al haber dos carreras seguidas teníamos un par de días entre medio antes de partir al siguiente país. Había gente que volaba inmediatamente a Emiratos, otros los menos pasaban por casa y en nuestro caso los dos días los pasamos en China y así tuvimos la oportunidad de acercarnos a Shanghai. Algunos ya conocíamos la ciudad, pero siempre hay algún integrante nuevo al que hay que enseñarle los sitios típicos así que organizamos una excursión para mostrarlos.

Este año se ha acuñado una frase que entre Raúl y yo la soltamos bastante a menudo. Es “conozco un garito…”  y aunque Raúl y yo hemos vivido la experiencia de la F1 en años anteriores distintos conocemos los mismos sitios donde ir a comer, a tomar algo, de compras y sitios que visitar.

Nuestros compañeros ya directamente nos preguntan donde ir, o incluso dicen que no quieren pensar y que les llevemos nosotros.

En la excursión  tomamos el metro desde nuestro hotel  hasta la “People Square” un sitio bastante céntrico y que te deja bien colocado para ir a visitar los sitios típicos; el Pudong, YuYu Garden, el “Bund”, fake market….

Hicimos el recorrido clásico, pero hubo un momento en el que la gente quería hacer cosas distintas así que hubo división. Hubo quien se fue directamente a un “must see” el Fake Market de Nanjing Road.

Otro grupo nos dirigimos a Yu Yu Garden y de ahí cruzamos a Pudong y fuimos a tomar algo al edificio más alto de la ciudad, el Hotel Hyatt. En este caso yo no lo conocía así que Raúl hizo de cicerone y nos llevó. Las vistas de la ciudad eran impresionantes.

De allí fuimos a cenar a un restaurante que nos habían recomendado, el “Old Station” y la verdad es que a pesar de que teníamos buenas referencias el sitio dejó bastante que desear. Teníamos pensado ir después al “Zapata´s” otro garito al que hay que ir, pero entre la mala experiencia de la cena, el frío que hacía y el cansancio acumulado optamos por regresar al hotel a descansar.

El martes fue un día en el que cada uno hizo la guerra por su cuenta. Hubo dispersión. 

En mi caso tenía ganas de ir a un mercado de antigüedades que había leído y en el que además tenía que hacer un encarguito. El mercado de “Dongtai Lu”, situado en unas callejuelas típicas de escenario de película. Un sitio realmente interesante en el que poder encontrar artesanía antigua. Con un poco de tiempo, un poco de suerte y algo de dinero puedes encontrar autenticas joyas. 

En mi caso encontré lo que iba buscando, pero una vez comprado me vino un anciano que me llevó a su casa a enseñarme piezas que no se podían poner a la venta en público porque su procedencia era más que dudosa. La verdad es que me enseñó auténticas joyas. Lastima que ya había comprado lo que buscaba y que además no tenía mucho tiempo ni mucha divisa para comprar más. Pero es un sitio al que si regreso a Shanghai volveré. La recomendación para ese sitio es pasear mucho, dejar caer que es lo que estas buscando y no precipitarse porque con paciencia se pueden encontrar cosas buenísimas.

A continuación me fui al barrio de “french concesión”. Un sitio del que me habían hablado y que no conocía y que la verdad es que es interesante. Hay una zona muy comercial con establecimientos de marcas de alto standing y otras zonas más típicas por las que pasear tranquilamente.

Yo había quedado a comer allí con Raúl, Alex y Silvia. Nos habían recomendado un restaurante italiano “Ciao Bella”. Y la verdad es que la recomendación fue acertada. Un sitio muy recomendable. No es nada atípico pero después de tantos días comiendo arroz frito, noodles, y lo típico chino, encontrar una ensalada de lechuga atún y aguacate nos resulto exquisita. Además íbamos con un objetivo concreto, huevo escalfado con trufa, una delicatessen. Estaba exquisito y así lo atestiguaba la cara de Silvia. Su expresión era la clara definición de la felicidad..

Pasamos un buen rato y nos reímos un montón. 

Para volver tenían acordado un transfer que les había traído desde el hotel y con el que habían negociado la vuelta, así que después de comer volvimos tranquilamente al hotel a terminar de hacer la maleta y prepararnos para ir al aeropuerto ya que esa noche nos íbamos a Bahrain.

BAHRAIN 17-19 Abril

El cansancio se empezaba a acumular y cuando hay dos carreras seguidas todos estamos con las fuerzas justas.

Además pasábamos del frío de China al calor sofocante del desierto de Bahrain. A mi particularmente me gusta el calor así que lo prefiero, pero hubo gente a la que el contraste no le sentó nada bien.

La entrada a Bahrain es particularmente sencilla. Debido al GP hay un despliegue de personal que facilita todas gestiones necesarias así que no nos costó demasiado el protocolo de entrada.

Nos fuimos directamente al hotel, pensando que íbamos a tener una aventura ya que la empresa de alquiler de coches no nos proporcionó gps, pero lo cierto es que con las explicaciones que nos dieron, y que en un principio no parecían muy consistentes, llegamos al hotel rápido, bien y sin perdernos todo un logro.

Luego un par de horas de descanso y a trabajar. Había que ir al circuito a ver que todo estaba según lo previsto y a realizar algunas de las gestiones típicas.

Todo seguía como años atrás así que solo hubo que concretar las localizaciones para instalar nuestro set y concretar algunas citas para la semana.

Con el paso del tiempo las carreras ya son pura rutina y pocas cosas se escapan del control, con lo cual no suele haber muchos incendios que apagar.

Esta semana fue tranquila en todos los aspectos y a pesar que pensaba que iba a ser bastante dura la verdad es que fue de lo más plácida.

Además como es un sitio en el que no hay nada que ver ni nada que hacer aprovechas a reponer fuerzas.

El horario también ayuda, ya que se empieza a trabajar hacia el mediodía con lo cual por la mañana si no se te pegan las sabanas puedes aprovechar para hacer deporte o ir a la piscina a tomar el sol. Eso sí con cuidado de no achicharrarte.

El primer día que fui a la piscina tomé la precaución de no exponerme demasiado al sol ya que no tenia protección. Y charlando con Dani Clos los dos optamos por la precaución. Pero una de las cosas que los viajes te enseña es que hay que tener mucho cuidado con lo que hablas porque siempre puede haber alguien que te entienda, como en este caso en el que junto a nosotros había una chica del equipo Mercedes a la que yo le había escuchado hablar en alemán, inglés y francés y que cuando menos lo esperábamos nos ofreció su protección solar. Resulta que hablaba castellano ya que su madre es de origen español, con lo cual nos quedamos un poco descolocados.

Menos mal que no habíamos dicho alguna de las típicas burradas que soltamos. Así que se lo agradecimos y nos pusimos protección.

Pero el siguiente día que fui a la piscina no me puse crema solar y aunque no estuve demasiado tiempo expuesto al sol, fue suficiente para que se me quedase una marquita roja y un pequeño escozor que me acompañó unos días mas. No hay que infravalorar el sol del desierto.

Lo único reseñable en este viaje ocurrió al regresar a casa. Fuimos al aeropuerto con tiempo suficiente y cuando se acercaba la hora de embarcar optamos por acercarnos a la puerta de embarque. Allí nos tocó esperar unas cuantas horas ya que nuestro avión tenía problemas técnicos y hasta que no los solucionasen no podíamos volar. El tiempo pasaba  y veíamos como la posibilidad de perder el siguiente vuelo se acercaba. Además ver a un montón de gente alrededor de un motor de tu avión no da precisamente tranquilidad.

Finalmente parecía que todo estaba solucionado y nos dejaron embarcar. No tengo yo muy claro que estuviese del todo solucionado el problema, porque el vuelo se movió bastante más de lo habitual y el aterrizaje fue muy brusco y en el ala que yo veía algún flap no funcionó a la hora de aterrizar.

Pasado el susto del aterrizaje tocaba correr al siguiente vuelo. Salía en quince minutos y lo dábamos por perdido. Cuando salimos había personal de tierra de Emirates esperándonos y agrupando a todos los que volábamos a Madrid para llevarnos urgentemente al siguiente vuelo. Nos abrieron un carril del control, nos agruparon en un vagón del tren que nos cambiaba de terminal y nos llevaban a la carrera, mientras el siguiente vuelo se retrasaba hasta que todos nosotros pudiésemos llegar. Finalmente conseguimos embarcar todos menos dos cámaras de Canal F1 Latinoamérica que tuvieron algún problema con un pasaporte y se tuvieron que quedar en Dubai tirados. Lo cierto es que mientras escribo esto no se que ha sucedido con ellos, pero supongo que aunque con retraso habrán llegado a casa.

Lo que no llegó fue nuestro equipaje. Todos teníamos claro que nuestras maletas nos iban a llegar y así nos lo confirmaron cuando aterrizamos en Barajas e inmediatamente nos pidieron que nos pusiésemos en contacto con el personal de tierra.

En mi caso continuaba a Bilbao y me tocó volver a correr por el aeropuerto. Últimamente se esta convirtiendo en un clásico eso de verme correr por el aeropuerto. Pillé mi ultimo vuelo por los pelos y cuando aterricé efectivamente mi equipaje estaba en Dubai. Me tocó hacer todo el procedimiento para que me lo entregasen en casa. Y mientras a mis compañeros de Madrid se lo entregaban esa misma noche a mi me tocó esperar tres días a que llegase, ya que después de salir de Dubai lo habían perdido  y a pesar de que estaba facturado a Bilbao apareció tres días después en Donosti, después de que lo hubiese reclamado en varias ocasiones y nadie de Iberia me pudiese dar una explicación más que había una incidencia abierta con esa maleta y no me podían explicar nada. Creo que antes de llegar a Eibar a recorrido algunas capitales europeas y finalmente tres días después ha llegado a mi casa. Al menos estoy contento de que haya llegado y esto me haya pasado a la vuelta. Esto mismo en un viaje de ida es una auténtica faena.

Pero bueno también he de decir que con tantos vuelos como cojo no he tenido excesiva mala suerte, así que no me quejaré.

Ahora un paron de un par de semanas para descansar y coger fuerzas de cara a la parte europea de la temporada. Siguiente destino Barcelona, cerca de casa pero con la dificultad añadida que al ser el GP de casa siempre hay algún embrollo más de lo habitual a lo que también hay que añadirle que a nuestra programación le añadimos la GP3 y la Porche Supercap, lo que hace que nuestras horas en circuito se multipliquen.

Pero de momento no pensemos en eso y sí en descansar.  

Fins aviat!!!

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