jueves, 27 de noviembre de 2014

GP ABU DHABI 21-23 Noviembre



Una vez más y después de más de seis meses dando vueltas por el mundo llegamos al último GP de la temporada, donde se iba a decidir en la última carrera el título de campeón del mundo. Todo apuntaba a que iba a ser una semana especial, como así fue por un montón de circunstancias que se dieron.

Ya en el aeropuerto de salida en Bilbao comenzaron las odiseas que íbamos a sufrir todos con las líneas aéreas. Al ir a facturar al mostrador de Iberia el personal de tierra me dice que no puedo embarcar mi equipaje hasta destino y que tengo que recogerlo en Madrid y volverlo a facturar. Le indico que no, que es billete único y que tiene que ir a destino, pero como ya he comentado en ocasiones anteriores, el personal de tierra de Iberia del aeropuerto de Bilbao es además de bastante incompetente, bastante maleducado y después de discutir un tiempo me doy por vencido y como tengo una escala más o menos amplia decido refacturar, eso sí dando antes un buen palo vía twitter a la compañía quienes en menos de cinco minutos se ponen en contacto conmigo para que les explique lo sucedido y me ofrecen una ayuda que ya llega tarde. 

Cojo más de sesenta vuelos al año y con diferencia el aeropuerto donde más pegas ponen siempre es el de Bilbao, siempre hay algo que no les cuadra y el 80% de las ocasiones no tienen razón. En breve llegaran a las posiciones altas del ranking de peores aeropuertos del mundo. Creo que no les vendría nada mal una auditoría para ver la valoración de los viajeros y además así verían de primera mano el trato que el personal de tierra dispensa a los viajeros.

Esta no iba a ser la única odisea con compañías aéreas como más tarde veremos.

El siguiente trayecto no tuvo excesivos problemas y conseguimos llegar a Abu Dhabi al día siguiente después de más de veintiún horas de viaje. Directos a comer para recargar fuerzas y comenzar con la actividad cotidiana en los circuitos.
Este GP ha sido uno de los que más celebraciones delante de una mesa hemos tenido. Hemos hecho las cenas habituales y le hemos añadido el cumpleaños de nuestra compañera Silvia, una cena para hacer una valoración de la temporada con los responsables de MovistarTV, cena de despedida con los treinta y cinco miembros desplazados a los circuitos, alguna cena con otra gente del paddok etc. Lo que ha hecho que pasemos bastante tiempo juntos a modo de despedida, donde ha habido de todo; risas, recuerdos de anécdotas, confidencias, bromas y alguna que otra lagrima.
Pero no todo han sido celebraciones, también tocaba trabajar y a diferencia de Brasil de donde veníamos de sufrir bastante, aquí en Abu Dhabi las instalaciones ayudaban a hacer cosas bonitas y resultaba el trabajo más sencillo. El único hándicap con el que nos encontramos  era la temperatura, ya que al estar en el desierto el calor era sofocante y nos obligaba a estar hidratándonos constantemente. Esto hizo que se diesen anécdotas del tipo de tener que meter por una puerta simple una nevera doble, a la que le costo llegar ya que en un principio no había, luego la conseguimos por otro lado y no paso el filtro de la entrada al tvcompound, después nos lo permitieron pero no entraba y después de hacer mil maniobras conseguimos que entrase y así tener bebida fría toda la semana.
Y como no, desde realización nos iban poniendo retos para terminar la temporada en todo lo alto. Alguno de ellos que hace unas carreras era de los más complicados se ha convertido en rutinario y con un mail de solicitud y una reunión con la persona indicada se podía llevar a cabo. Otros como los de conseguir unas imágenes de las que no disponíamos se lograban gracias a la antigüedad o más bien veteranía que como en todos los casos siempre es un grado. Conocer a la persona adecuada y que te conozcan siempre es muy importante.
También se notaba que era final de temporada y todo el mundo estaba mucho más distendido y salvo momentos puntuales todo eran facilidades, risas y bromas. He de agradecer la amabilidad de McLaren esta carrera ya que en una ocasión tomamos literalmente la terraza de su hospitality y desde su departamento de prensa no solo pusieron mala cara sino que nos ayudaron. 

El ambiente relajado también se notaba en el paddok, veías a la gente sonreír, nos íbamos preguntando por nuestro futuro, de algunos te despedías hasta pronto, a otros les deseabas suerte en sus nuevos proyectos, a otros les animabas en su incertidumbre. Aprovechabas para agradecer a la gente sus colaboraciones y/o favores. 

También pasaba que en cuanto te descuidabas un poco podías ser victima de algunas de las bromas que se iban sucediendo. En esta ocasión los “chicos malos” del paddok fueron los integrantes del equipo Lotus, quienes con una caña de pescar y una culebra de plástico hicieron que más de uno tuviesen que pegar un salto y se llevasen un buen susto. Todo de muy buen rollo.
También nosotros aprovechamos para hacernos un montón de fotos con los que hemos estado durante al año haciendo las distintas partes que componen nuestro programa. Por ejemplo el equipo que grabábamos todos los circuitos el comentario técnico de la vuelta al circuito.  Estas vueltas a los circuitos me han servido para poder verlos de otra manera y conocer aspectos técnicos de primera mano de un piloto y de un director de equipo. Es impresionante la de cosas que se pueden aprender.
Pero sin duda alguna el meollo de esta carrera iba a estar una vez terminase la última carrera y supiésemos quien se proclamaba campeón del mundo este año. Aquí comenzaba una guerra despiadada por obtener las mejores imágenes, las mejores declaraciones, las imágenes que nadie ve, y estar en el sitio justo en el momento adecuado.
Ya desde cinco vueltas antes de que terminase la carrera estábamos una enorme cantidad de gente esperando a que nos abriesen la puerta para como toros salir en manada a obtener “la imagen” de la jornada. Te encontrabas al típico fótero que te decía que ahí no podías estar, los que ya empezaban a calentar metiendo el codo, y los nervios típicos. Aquí todo vale y devoras o te devoran así que te haces fuerte en un sitio y a por tu objetivo.
En nuestro caso gracias al gran despliegue que teníamos pudimos estar en varios sitios a la vez y creo que pudimos mostrar todo lo que sucedió en el podium, en las celebraciones, en algún que otro funeral que se dio, obtener declaraciones de gran parte de los protagonistas y realizar un gran trabajo.
La gran celebración fue la de Mercedes quienes obtuvieron el título de constructores y el de pilotos con Lewis Hamilton además del subcampeonato con Nico Rosberg. Pudimos vivir la celebración desde dentro del garaje del equipo hablando con los protagonistas. He de reconocer que desde el equipo nos facilitaron mucho el trabajo y no nos pusieron pegas para movernos dentro del box. Al principio a una parte de nuestro equipo no le permitieron entrar pero hablar con la persona adecuada nos permitió tener hasta tres cámaras dentro de la celebración.
 
También estuvimos presentes en la despedida de Fernando Alonso de los integrantes de la scuderia Ferrari. Aquí no había tanta fiesta, más bien todo lo contrario pero el asturiano recibió el merecido homenaje de su equipo y el equipo recibió las alabanzas del piloto.
Aún recuerdo la primera celebración de este tipo que viví junto a mi compañero Alvarito, donde entre los dos tuvimos que “pegarnos” con todas as adversidades que se nos iban dando. Hoy ya la he podido vivir de una manera un poco más normal y aunque mi amigo Alvarito estaba con otra empresa ha habido algún momento que hemos compartido y a pesar de que él era quien tenía la exclusiva de ciertos acontecimientos hemos podido compartirlo siempre respetándonos cada uno nuestro momento.

Y así terminó deportivamente la temporada 2014 de F1, mi tercera temporada. Quien me lo iba a decir a mí hace unos años.

Pero en todas las temporadas siempre hay algún viaje que se complica más de lo esperado y da pie a la aventura de la temporada. Mi primer viaje ya fue un poco especial ya que para llegar a China aparecí en Seoul y de ahí llegue a mi destino final. Pero lo cierto es que no fue demasiada aventura. La verdadera se dio cuando pensaba que todo estaba hecho y que es regreso a casa iba a ser de lo más placentero.

Nunca puedes bajar la guardia porque Murphy tiene siempre el arma cargada para aparecer cuando menos lo esperas, y así sucedió.

Después de la dura jornada de trabajo del domingo llegamos al hotel y cinco horas después partíamos al aeropuerto para ir a casa. Hacer la maleta, recoger las cosas, dormir un ratito, ducha y al aeropuerto a coger un avión y poder dormir todo el trayecto.

Llegamos al aeropuerto y ya desde el principio se vio que todo iba a salir mal. En el trayecto en coche había una densa niebla que hacia difícil la conducción. Llegados al aeropuerto no había ni una sola indicación de donde estaba el parking de devolución de coches de alquiler. Unos pequeños carteles casi imposibles de ver hicieron que tuviésemos que dar alguna vuelta más de la necesaria.

Mientras unos dejábamos los coches, otros iba a aduanas a pasar el control del material que llevábamos, y de ahí a sacar la tarjeta de embarque de nuestro vuelo que nos llevaría a Madrid vía Roma con Alitalia, rápidamente ya que nos habían dicho que el vuelo tenía overbooking y no nos queríamos quedar en tierra. Una parte del equipo sacó sus tarjetas de embarque sin problemas pero cuando nos toco el turno a algunos de los que faltábamos nos dijeron que se acababa de cerrar el embarque porque el vuelo tenía demora y no nos daban tarjetas de embarque. Que volviésemos pasada una hora y ya nos informarían. 

Ya nos pareció sospechoso pero de allí no nos movimos. Eso a pesar de que nos insistían que desalojásemos el mostrador cosa que les dijimos que por supuesto no íbamos a hacer. Así que se empezaron a poner nerviosos, pero nosotros de allí no nos movíamos hasta que supiésemos que estaba pasando. Más raro aún resultó cuando pasado un rato insistían en que desalojásemos y allí se empezó a acumular gente. De repente empezó a aparecer gente con aguas y zumos lo que ya nos dio que pensar que aquello no era un simple retraso, que era algo más.

Como se empezaba a acumular mucha gente y no se sentían nada cómodos con el tumulto que se estaba formando decidieron abrir el mostrador de facturación y darnos tarjetas de embarque diciendo que el vuelo sufría un retraso de dos horas pero que saldría. Allí ya vimos que nuestro siguiente enlace de Roma a Madrid lo perdíamos y empezamos a hacer planes (optimistas visto lo visto) de donde cenar esa noche en Roma, el Trastevere era el sitio escogido.

El retraso se seguía acumulando y pasamos a que nos ofrecían desayuno gratis en los restaurantes de la terminal, lo que nos seguía haciendo pensar que aquello iba para largo. Los sitios empezaban a escasear y si pillabas una mesa no la soltabas por nada del mundo. Estábamos todos muy cansados y veíamos que aquello iba para largo.
El humor no lo perdíamos y teníamos claro que no te podías despistar ni un momento porque enseguida había alguno al que se le ocurría una maldad y mil cámaras de fotos dispuestas a reflejarlo.

Las horas pasaban y ya incluso nos ofrecían la comida gratis. Empezábamos a pensar que nuestra cena en el Trastevere empezaba a peligrar.

Nos habían indicado otro retraso hasta las 16:30 con lo cual yo decidí irme a comer algo. Y justo cuando iba a ponerme en la cola para pedir la comida me cruzo con uno de los jefes que me dice que le han informado que nuestro vuelo esta cancelado. Le digo que no, que está retrasado pero el dice que les han dicho que esta cancelado. Así que nos vamos a ver si alguien nos informa que esta pasando. Ya de primeras Alitalia no tiene mostrador en el aeropuerto y nos mandan al genérico de la terminal. Nos encontramos con una tía que nos intenta tomar el pelo diciéndonos que no pasa nada a lo que le decimos que un retraso de mas de cinco horas no es normal así que nos dice que llamemos por teléfono a la compañía y que nos informarán. Se empieza a notar el nerviosismo en la gente y nos vamos a un mostrador que nos indica la chica que nos emitió la tarjeta de embarque que vio que preguntábamos mucho y que respuestas genéricas no nos valían, así que cuando se vio un poco acorralada nos mando a pedir explicaciones a otro sitio. Fuimos al mostrador que nos había dicho y resulta que estaba dividido en tres así que nos dividimos uno en cada uno, y como no resultó que después de esperar un buen rato el nuestro era el otro. De nuevo a esperar cola hasta llegar a primera línea donde nos intentan despachar como al resto que nos precedía con un vuelva usted más tarde. Ya me empieza a cansar que me mareen y le digo que de allí no me muevo hasta tener una explicación y una solución. Insisten en que me mueva pero cuando ven que de allí no me muevo y los que están detrás mío empiezan a gritar, las llamadas de teléfono se multiplican. Pasado un rato me dicen que coja las tarjetas de embarque de nuestro equipo y los pasaportes y que vaya a la puerta tres que allí me darán una solución. 

Carrera hasta allí para ser el primero. Una vez en la puerta nos meten a todos en la zona de embarque con el objetivo de apartarnos del mostrador de información de la terminal donde ya empezaban a haber más que palabras. Y una vez allí vuelve la tomadura de pelo; que si no esta cancelado, que es un retraso, que el vuelo saldrá al día siguiente, que nos vayamos y volvamos al día siguiente, que nos dan comida gratis etc etc. Mi compañera Alex y yo nos empezamos a enfadar y les decimos que de allí no nos movemos hasta que nos digan que esta cancelado el vuelo, ya que si lo denominan demora  nos obliga a estar allí todo el día porque al igual que lo retrasan hasta el día siguiente lo pueden adelantar sin previo aviso y si no te encuentras en el aeropuerto has perdido el vuelo. Así que exigimos que nos digan que es una cancelación o nos den una solución. El nerviosismo de la gente va en aumento y ya empiezan los gritos, empujones y las descalificaciones. Aquello tiene muy mala pinta y lo peor de todo Alitalia no muestra el más mínimo interés en darle una solución coherente. Hasta el punto que nosotros contactamos con nuestra agencia de viajes de España y nos dicen que a ellos les sale que estamos en vuelo y a la hora de intentar contactar con Alitalia no les cogen el teléfono.
Nosotros seguimos exigiendo hablar con un responsable y al principio siguen dándonos largas pero al ver que no cedemos y que somos duros de pelar nos traen a un responsable para que nos ayude.

Le explicamos de buena manera lo que esta sucediendo y exigimos que nos den una solución inmediata. Al principio Robert, que así se llama el responsable, nos dice que no puede hacer nada, pero cuando le decimos que somos un grupo amplio y exigimos nuestros derechos empieza a hacer llamadas y nos ofrece reubicarnos en otros vuelos para poder salir de Abu Dhabi sin esperar al día siguiente.

Ya parece que empezamos a entendernos, pero los ánimos del resto de pasajeros siguen muy caldeados e incluso empiezan a haber altercados y aparece la policía. A nosotros nos ofrecen distintas alternativas y finalmente elegimos la que mejor nos parece. Unos saldrán a Barcelona esa misma tarde y nosotros volaremos a Madrid directamente desde Dubai a donde nos llevaran en un taxi y nos reubicaran en otra compañía, en Emirates.

Nosotros hemos conseguido nuestro objetivo, pero hay muchísima gente a la que le toman el pelo y les tienen tirados en el aeropuerto más de 24 horas. Así se las gasta Alitalia, una compañía muy poco seria y que no hace nada por sus pasajeros a no ser que sean unos tocapelotas como nosotros que sabemos nuestros derechos y los exigimos. En todas las horas que estuvimos allí no obtuvimos ninguna información oficial de la compañía, todo eran balones fuera y cortar las lineas de comunicación con la compañía. No funcionaban ni las líneas telefónicas, ni la web, ni twitter ni nada. La atención al cliente deja mucho que desear.

Tuvimos que esperar un rato más que nos dio para hacernos fotos de lo mas variadas que íbamos colgando en las redes sociales a modo de denuncia.
 
 
Nuestro periplo continuó hasta que gracias a Robert, la persona que solucionó nuestros problemas, llegamos a Dubai donde embarcamos con Emirates rumbo a Madrid.
 
Comparar Alitalia con Emirates es como comparar el infierno con el cielo. Con Alitalia eran todo problemas y malos modos. Con Emirates todo lo contrario. Mil facilidades. Nos ubicaron en los sitios que les pedimos, nos dieron salidas de emergencia en el avión, nuestro equipaje llego hasta el destino final sin complicaciones, y además gracias a los puntos acumulados que teníamos con su programa de puntos pudimos acceder a su Emirates lounge, donde nos trataron con todo lujo asiático. Pudimos cenar caliente, brindar con una copa de champagne después de toda la odisea, y dormir unas horitas hasta que llegó la hora de embarcar en nuestro vuelo.
 
 Nuestro último vuelo del año que nos llevaba a casa, donde aterrizábamos en mi caso 40 horas después de haber dejado el hotel de Abu Dhabi.

Y a pesar de toda la odisea conseguimos hacernos la foto de despedida final con estas caras de satisfacción.
Llegábamos así al final de la temporada. Temporada de debut para algunos y la tercera para mi. Completamente distinta a las anteriores y en la que me he encontrado muy a gusto con todo el equipo que hemos formado y que nos ha permitido pasar muy buenos momentos, reírnos mucho, conocer gente muy interesante, tener momentos de “tierra trágame”, pero en general con un balance más que positivo. Muy orgulloso del equipo y del trabajo que hemos realizado.

Ahora después de 157.180 kilómetros, 58 vuelos, 147 días fuera de casa y mas de 1373 horas de trabajo, toca llegar a casa y descansar. Coger fuerzas y en breve empezar a preparar la temporada que viene.

Espero que el próximo año sea al menos igual de interesante y productivo que ha sido este y que todos podamos dar un pasito más y poder seguir mostrando en MoviStar la Fórmula 1 como nunca antes la habías visto.

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