sábado, 21 de marzo de 2015

13-15 Mayo 2015 - Melbourne - Australia



Quien me iba a decir a mi allá por 1994 cuando empecé a estudiar esto de la tele, que en 2015 iba a comenzar mi cuarta temporada de Formula 1. Por aquel entonces mi ilusión era poder ser cámara de televisión. Pasado un tiempo descubrí la adrenalina de los informativos, que enganchan bastante. Más tarde fruto de la casualidad conocí los directos y las unidades móviles y eso si que fue como una droga que te atrapa y de la que es muy difícil salir.

Estos días atrás decíamos unos cuantos compañeros que para poder trabajar en esto hay que tener un punto bastante grande de locura. Y a pesar de que nosotros decimos que somos “gente muy normal”, es verdad que no podemos estar muy cuerdos cuando por nuestro trabajo pasamos un montón de tiempo fuera de casa, nos pegamos unas palizas de kilómetros que no están escritos, modificamos nuestros ciclos vitales en función de a que parte del mundo nos movamos y establecemos unas relaciones sociales completamente distintas a las habituales. Nos creamos una familia paralela en la que forzosamente nos tenemos que apoyar si queremos que nuestro día a día sea sencillo.

Pero bendita locura. Este 2015 comienzo mi cuarta aventura en el circo de la F1, un enorme Gran Hermano que viajamos alrededor del mundo y en el que aunque cuesta un poco integrarse, una vez lo consigues resulta una aventura enormemente enriquecedora. Creo que en ninguna escuela ni universidad del mundo iba a haber aprendido tanto de la vida como en estos últimos años. No tiene precio lo que aprendes, la gente que conoces, las culturas tan diversas que descubres, lo diferentes e iguales que somos en todas las partes del mundo, algo impagable con solo dinero.


Esta semana viajaba por tercera vez a Australia, justo al otro lado del mundo, a una ciudad que muchos coincidimos es una de nuestra favoritas en el campeonato Melbourne. He de reconocer que estoy enamorado de esa ciudad, sus gentes, su ambiente, sus calles, la energía positiva que transmite. Es como una limpieza y recarga de energía para el cuerpo.

Ese gran handicap que es tardar casi tres días en llegar esta totalmente compensado por lo que te da Australia cuando llegas. El par de días que tienes de jet lag lo compensas recorriendo la ciudad y viendo calles, mercados y perdiéndote por sitios que el destino te lleva.

En nuestro caso cuando llegamos después de pasar todos los trámites burocráticos hicimos el check in en el hotel, que este año estaba muy bien situado, y para combatir el cambio horario decidimos ir a visitar el Victoria Market, un mercado en el que puedes encontrar desde comida, ropa, regalos, y una galería de establecimientos de comida en la que puedes comprar productos para consumir insitu. Y allí hicimos acopio de viandas y preparamos un pic-nic típico español en plena calle de Melbourne.

Era martes y después de un pequeño paseo nos acercamos a recoger nuestra acreditación de temporada y a Albert Park, al circuito a asegurarnos que todo el material había llegado y estaba en proceso de instalación  como así era.

Fruto del cansancio el viaje en furgoneta fue de lo más entretenido. Nadie se salvo de la vacilada de turno, todos nos metimos con todos, risas generalizadas y de ahí salió una idea que en el futuro habrá que darle una vuelta, colocar una cámara en el interior del coche y grabar nuestros viajes. Estoy convencido que sería un programa de enorme audiencia y casi seguro mas divertido que algunas de las carreras que últimamente vemos. Eso si, no descarto que después de ver esas imágenes alguna autoridad decidiese meternos en la cárcel o en algún centro de salud mental, porque la verdad es que muy cuerdos no estamos.

El día concluyó con una cena de esas que hacen historia y no precisamente por su contenido o calidad.
Al día siguiente nuevo día en el circuito, donde aún estaban dando los últimos retoques para tenerlo todo a punto para la carrera.


Nosotros teníamos que preparar nuestra logística. Desde ver donde estaban ubicados los principales referentes hasta encontrar sitios desde donde poder hacer diferentes conexiones y establecer nuestro punto de referencia en el paddok para hacer nuestros programas.

Elegimos dos ubicaciones, una para el programa de presentación de la temporada que haríamos al día siguiente a las ocho de la mañana horal local, prime time en España, y que nos obligó a darnos un buen madrugon.

Cuando empezaban a llegar el resto de compañeros de otras teles nosotros ya estábamos en directo. Ese día fuimos “trending topic” en el paddok; los locos de MovistarTV ya estaban en directo a las ocho de la mañana.

La otra ubicación iba a ser nuestro cuartel general para el resto de días en un paddok en el que durante todos los días había una actividad incesante. En cualquier sitio había un evento, unos invitados, teles en directo, famosetes de turno etc etc. Es uno de los paddoks con mas actividad del mundial pero en el que las cosas se hacen con mucho orden y rigor. Un ejemplo a seguir.

 
 
 

Así transcurrieron el resto de días de la semana. Además de la actividad propia de la F1 había una gran cantidad de actividad dentro y fuera de la pista. Un montón de categorías de motorsport  y exhibiciones en la pista. Y fuera de ella un monton de exposiciones, animaciones y exhibiciones aéreas de todo tipo desde patrullas aéreas acrobáticas, un caza F19 que varios días sobrevoló el circuito con un enorme estrépito que nos reventaba los tímpanos, y el espectáculo de ver sobrevolar sobre nuestras cabezas a no demasiada altura de un gigantesco A380 haciendo diversas piruetas que ciertamente impresiona. Ver como ese enorme mastodonte puede hacer movimientos tan sublimes.


Y en lo referente a la actividad deportiva  en sí, nuevo dominio absoluto de los Mercedes, que creo van a ser los dominadores absolutos de este campeonato. Según los rumores que circulan por el paddok hasta bien entrada la temporada no habrá nadie que les pueda hacer sombra.


Y así de rápido se nos pasó la semana a todos. También tuvimos nuestros inconvenientes a los que cada uno se sobrepuso como buenamente pudo. Algunos con más fortuna que otros, pero finalmente conseguimos sacar adelante nuestro objetivo, que no era otro que enseñar los Formula 1 “como nunca antes la habías visto”.

Una vez terminada la carrera nuestro equipo comenzó la desbandada a casa. La gente empezó a salir en varios grupos.

En mi caso fui el último en salir, el lunes por la noche. Antes de eso tuve tiempo de visitar un barrio que solo conocía de noche y que es uno de los mas alternativos de la ciudad. Barrio lleno de cultura de gente joven y con una energía muy especial, Fitzroy.

Antes hubo que hacer el típico shopping para algunos encargos recibidos y después quedé con dos compañeros Javi e Iker para ir a hacer fotos por Fitzroy a sus calles y sus famosos grafitis. 


Más tarde se nos unió Diego y los tres estuvimos fotografiando grafitis, comiendo en un restaurante vegetariano que encontramos por casualidad y que estaba muy bueno, especial mención a un pastel templado de chocolate que quitaba el sentido.

 
 
 
 
 

Y después paseíto por la ciudad, café en la terraza del Cookies, restaurante donde una noche fuimos a cenar pero que estaba tan lleno que no pudimos encontrar mesa, compra de últimos souvenirs y fotos antes de pegarnos una ducha y dirigirnos al aeropuerto a coger el avión de vuelta a casa, a descansar unos poquitos días antes de volver a salir al siguiente destino Malasya.

En mi caso el viaje de vuelta resultó un tanto duro ya que viajaba con una infección en el oído y la garganta que lo hizo un poco mas difícil. Pero en contraposición el viaje lo hice con antiguos compañeros de A3 y una nueva compañera del canal F1 Latinoamérica con los que hicimos unas buenas risas.

Ahora ya en casa, toca reponerse de la infección, del jet lag y del cansancio acumulado para dirigirnos a Sepang un GP climatológicamente complicado pero al que también tendremos que sobreponernos. Eso será la próxima historia y ya la contaremos.