martes, 5 de junio de 2012

Domingo 3 y Lunes 4, dos días que se hicieron uno.

Los días siguen pasando y como ya estaba previsto estos primeros días de instalación son los mas tediosos y pesados.
Como decía alguien en este trabajo nos pagan por esperar. Pasamos mas tiempo esperando que trabajando propiamente dicho.
El domingo fue otro de esos días en los que las cosas se tuercen y no hay forma de darles la vuelta. Ya el primer día tuvimos problemas con el suministro eléctrico, mas que problemas es que no tuvimos con lo que no pudimos avanzar demasiado en la instalación. Todo parecía indicar que ya el domingo el problema estaría solucionado, pero cuando llegamos al set el problema persistía. La empresa que nos tenia que traer los generadores eléctricos no los trajo y tuvimos que improvisar contratando otro grupo electrógeno mucho mas pequeño y solo para un día para poder empezar todos a trabajar, desde eléctricos, iluminadores, sistemas, y nosotros en la UM.
Ya sabíamos que no daba para todo pero organizándonos todos podríamos ir haciendo cositas.
Todo el día iba mas o menos según el plan B hasta que empezamos a escuchar que el motor del grupo no sonaba demasiado bien. No se si es por mi pasado automovilístico, pero ya veíamos que aquello sonaba raro. En un momento saltaron las alarmas y el grupo se paró. Se empezaron a escuchar juramentos en todo tipo de idiomas porque es un problema muy grave que si tienes equipos funcionando y se quedan sin corriente son tan sensibles que se pueden llegar a estropear así que hubo un momento de caos.
Nada, llenar de agua el grupo que se había quedado sin ella y volver a empezar.
Después de eso, pruebas y mas pruebas. Y como el grupo que estamos aquí es bastante reducido nos toca multiplicarnos y puedes estar tirando un cable, como subiéndote a un tejado, haciendo una acometida eléctrica o haciendo de doble de alguno de los presentadores probando su iluminación y su sonido.


Y así hasta bien entrada la noche. Como dice el gran Andrés Vaquero, yo llego aquí hago mis catorce horitas de trabajo y me voy tranquilamente de nuevo a casa.


Bien entrada la noche regresamos al hotel y hubo división. Unos se fueron a cenar al restaurante del hotel, otros se refugiaron directamente en la habitación del hotel, otros nos fuimos a un supermercado cercano al hotel que esta abierto hasta muy tarde y allí compramos alguna provisión para cenar tranquilamente en la sala de reuniones que tenemos en el hotel.


Y aquí fue donde hicimos la primera inocentada del curso. En este caso le toco a Yeray al que le encargamos que pusiese la tele de la sala y mientras el se volvía loco enchufándola, Jon estaba por detrás apagándola constantemente con el mando. Así que estuvimos un rato partiéndonos de risa porque el ponía la tele y en cuanto se daba la vuelta se la apagábamos. Y para ser cómplice yo me puse a investigar como si no supiese que pasaba y a mi me hacían lo mismo. Total, que estuvimos un buen rato riéndonos a costa del pobre Yeray.

Así terminó el día. Había sido un día muy duro y teníamos que descansar porque el lunes también se preveía difícil, o al menos largo.

La citación de la mañana también fue temprana y cuando llegamos a Gniewino, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que seguíamos sin nuestros grupos electrógenos, con lo que la gente seguía sin poder trabajar.
Un buen rato de espera y fue cuando llegaron los tan esperados grupos, procedentes de Holanda y que en cuanto llegaron empezamos a meter presión al que los traía y todos nos pusimos a prepararlos lo antes posible. Éramos como unas ocho personas presionando al tío.


Y una vez puesto en marcha todo el mundo a lo suyo.
Nosotros en la UM lo teníamos todo mas o menos a punto, pero aun así había que seguir probando cosas y nos toco estar todo el día delante de las cámaras haciendo mil pruebas.
Eso sí con una parada para una comida típica mediterránea, unas pizzas para todo el equipo y a continuar trabajando que el tiempo apremiaba.


Después del break de la comida seguíamos probando, esta vez ya con la gente de Madrid tanto con Telecinco como con Cuatro y estas pruebas si que se demoraron mucho. Estuvimos toda la tarde probando cosas y la gente de Madrid viéndonos, así que nos dio tiempo a hacer un montón de chorradas que si hay alguien atento habrá conseguido mil imágenes para las tomas falsas, desde Juan el jefe y yo haciendo el baile del “tiriti”, a conversaciones de lo mas absurdas, las previsiones de los nuevos hombres del tiempo y un montón de chorradas mas. Espero que nadie estuviese atento y todo ese material se haya “perdido”

Y cuando pensábamos que ya nos podíamos ir al hotel, apareció el nuevo marrón del día. Estaba ya todo apagado y alguien se acordó que no se había instalado el prompter, que es el aparatito en el que los presentadores leen las noticias que están diciendo. Que nadie se piense que los plumillas se aprenden de memoria todos los textos.
Así que  otro rato investigando porque no funcionaba.
Resultado: Volvimos a salir de la sede de la selección a las mil y media. Y llegamos al hotel aun mas tarde.
Vamos que las doce o catorce horitas de trabajo diarias no nos las quita nadie.
Así llegamos al hotel y nos fuimos directamente a cenar. Esta vez en grupos mas reducidos para intentar que fuese un poco más rápido. Algo más si fue, pero tampoco nada del otro mundo.
Y de ahí retirada a dormir porque el martes empezaba la fiesta de verdad y bien tempranito así que había que descansar.

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