Y para empezar una de esas
aventuras que habitualmente suceden y que en el momento no te hacen nada de
gracia, pero que con el tiempo hacen que te rías.
El lunes comenzaba mi primer
trayecto saliendo de Eibar con destino Shanghai. La ruta prevista me debía de
llevar primero a Barcelona, luego Doha y terminar en China. Pero eso hubiese
sido lo fácil, para empezar mejor tener una aventura.
Salí de casa a las 0530 de la
mañana, primer destino aeropuerto de Loiu. Llegar, facturar y a pesar de que el
billete era conjunto me dicen que mi maleta solo va hasta Barcelona y allí
tengo que volver a facturar hasta el siguiente destino. Cosa que me parece rara
pero era demasiado temprano para ponerme a pelear así que le compro la moto y
cuando llego a Barcelona recojo mi equipaje y me voy al siguiente mostrador a
facturar.
Cuando llego me cogen la maleta y
ya me avisan que va a tener una hora de retraso el vuelo, vamos lo que se dice
empezar con buen pie; pero vamos que es una hora en un viaje previsto de mas de
veinte.
Hago tiempo por el aeropuerto y
cuando llega la hora de embarcar me encuentro que el realizador de nuestro
equipo viaja en el mismo vuelo que yo. En un principio me habían dicho que
viajaba yo solo, así que encontrar gente conocida es una alegría.
Al realizador, Albert Palau, le conocía del Campeonato del mundo de
natación BCN2013, así que nos empezamos a contar las casualidades que han hecho
que volvamos a coincidir en otro evento.
A esto que llega la hora del
embarque, accedemos al avión y una vez sentados nos dicen que el vuelo va a
sufrir otro retraso de una hora por una avería en el avión que los ingenieros
están intentando solventar. Cosa que da gran confianza….
Total que el retraso se va
acumulando y pasa ya de las tres horas, con lo cual nuestro enlace con el
siguiente vuelo lo empezamos a dar por perdido.
Poco antes de despegar nos
informan que nuestro enlace efectivamente lo hemos perdido y nos dicen que
tendremos que quedarnos 24 horas en Doha hasta el vuelo del día siguiente. Cosa
que a ninguno de los dos nos hace nada de gracia porque al ser el primer gran
premio en el que nos incorporamos ambos queremos llegar y empezar a empaparnos
de toda la nueva infraestructura.
Así que le comento la situación
al personal de tierra y me dicen que intentaran buscarnos alguna solución de la
que nos informarán en el transcurso del vuelo.
Pasa el vuelo y nos comunican que
no existe ninguna alternativa, que una vez en Doha nos comunicarían nuestro
plan.
Así que llegamos a Doha y tras
explicarles nuestro “problema” a la gente de allí nos dan otra alternativa, que
es en vez de volar directamente a Shanghai, hacerlo primero a Seoul y de allí a
Shanghai, cosa que aceptamos sin pensarlo. No nos apetece nada pasar un día
entero en Doha con la de cosas que tenemos que hacer en China.
Así que después de aceptar esta
opción nos montamos en el avión y ambos hacemos el mismo comentario; Nosotros
llegaremos pero lo que no está nada claro es que nuestras maletas lo vayan a
hacer. Es prácticamente imposible que con los cambios y ese viaje a Korea de
última hora, nuestro equipaje llegue a la vez que nosotros.
Una vez en Seoul, lo primero que
hacemos es entrar ilegalmente en el país ya que al ser un transito nos dicen
que no tenemos que rellenar la documentación de inmigración, pero cuando
aterrizamos nos la hacen pasar, así que le decimos al personal de tierra que
nos acompañaba y nos dice que pasemos por el lateral sin pasar el control;
Albert y yo nos miramos y decididos pasamos por el lateral.
Nos debieron de ver tan seguros
que nadie nos dijo nada. Allí hicimos los tramites pertinentes y embarcamos en
nuestro último vuelo del día y aterrizamos en China dos horas después.
Allí nos esperaba un transfer que
tras otra hora de carretera nos dejaba en nuestro hotel. Eran entonces las 2330
horas del martes.
Ahh y por cierto, aunque parezca increíble
nuestro equipaje llegó a la vez que nosotros.
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