Después de unos
cuantos días de lo más atareados y tras aclarar una serie de malentendidos en
relación a determinadas cláusulas contractuales, por fin tengo un ratito para
escribir unas líneas.
Esta semana y pico
ha sido de lo más estresante. Nuestra vida desde el comité organizador se ha
reducido a venir a trabajar y volver a casa a dormir y volver a trabajar. No
había tiempo para ninguna otra cosa.
Por aquí
reivindicamos días de 36 horas porque con 24 no nos llegan. Nosotros también
reivindicamos jornadas laborales de 40h semanales jijijijijijiji. De todas
formas hay que decir que aún no ha llegado lo peor, las jornadas más
estresantes están aún por llegar. Los próximos diez días van a ser los calves
para el devenir del campeonato.
Estos próximos días
hay que terminar todos los flecos que aún quedan pendientes, más apagar los
conatos de incendio que surgen cada día y a cada momento. Como te descuides
media hora te han preparado una tan grande que no sabes ni por dónde empezar a
solucionar los problemas.
Aquí todo va tan
rápido que los esquemas o planos que haces un día, al siguiente quedan
obsoletos y te pasas el día mirando cual es la versión más nueva y en cual te
has quedado tu.
Como curiosidad a
mí me pasó que recibí por mail un archivo, le di a imprimir el documento
adjunto y cuando regresé de la impresora de recogerlo ya habían enviado la
versión nueva del mismo documento. Todo eso en menos de cinco minutos. Así que
más nos vale estar despiertos porque sino nos pilla el toro.
También se nota que
la fecha se acerca porque la gente empieza a estar más nerviosa. La gente va
mucho más rápida y concentrada y de vez en cuando se escucha un tono de voz un
poco más alto que el resto.
Antes cuando nos
encontrabamos por los pasillos nos parabamos unos segundos a ver que tal iba
todo, a comentar alguna anécdota, o quedar para tomar algo cuando saliamos del
trabajo etc etc, ahora en cambio lo encuentros en los pasillos muchas veces
sirven para desahogarse y que la gente sepa lo mal o muy mal que te está yendo
el día, para avisarle a alguien que le has pasado un marron (palabra de moda
estos días Brown-dispaching: dicese pasarle el marron al siguiente) o cosas de
ese estilo. He oido a la gente jurar en diversos idiomas; serbio, ruso,
catalan, castellano, costa-ricense
y seguro que me dejo alguno más; menos mal que la sangre nunca llega al
río y al final todo encuentra su punto de equilibrio.
Eso sí, últimamente
la frase entre nuestro grupo de gente es la de “pon un vasco en tu comité”
Algunos pensaran que menuda estupidez o ataque de chovinismo, pero resulta que
por aquí hasta hoy eramos dos vascos (hoy se nos ha incorporado otra) y los dos
estábamos en el mismo departamento. El nuestro funcionaba relativamente
relajado, pero de repente algo se tuerce y cuando crees que todo va bien te cae
el marron del siglo. Que si un material que tenias previsto no llega, o llega
equivocado, o crecen diversas redes imprevistas, u otros compañeros te empiezan
a tomar por el pito de un sereno….. pues bien es cuando sacamos la mala leche
que llevamos dentro y empezamos, sin perder la calma en ningun momento, sino no
tiene gracia, empezamos a meter pullitas. Damos un golpe en la mesa o mi
favorito empezamos a mandar los que se empieza a denominar por aquí “mails
bombas”. Dicese del mail en el que de buenas maneras y educadamente muestras tu
cabreo y haces entreveer que tonterias las justas, que de buenas somos muy
bueno pero de malas soy el peor.
Hubo quien en una
primera vez no lo entendió, pero os puedo garantizar que a la segunda lo hizo.
Algunos les llegan mails con cierta ironia y mala leche pero parece que por el
momento resultan efectivos. Es más, ya han sido dos personas las que me han
confesado que cuando reciben un mail mio les da miedo abrirlo. Pero bueno tampoco soy tan malo, lo que
pasa es que de vez en cuando hay que ponerse serio para hacerse respetar sino
esto es un show.
Entre estos mail y
mi actitud diaria ya me he ganado dos motes: Uno secundado por Julia y Sara (ya
os hablare de ellas) que ya me han bautizado como “The observer” y mucho me
temo que no me voy a quitar este apelativo de encima.
Y el otro impulsado
por las chicas de produccion TV y que también se está extendiendo “el hombre
tranquilo”. Hay que intentar no perder nunca la calma y transmitir serenidad
para que todo el mundo esté tranquilo. El otro día Lara cuando llegué a su
oficina me dice, uyyy que bien que vienes a transmitir esa serenidad tuya. Solo
pude mirarle, reirme y seguir removiendo mi café mientras les decia a ver si
saliamos a la calle a “respirar” un poco.
El ambiente aunque
se está notando el stress, sigue siendo muy bueno y por muy jodido que estes
siempre hay alguien que te hace sacar una sonrisa y aseguro que es más que
necesario sonreir en determinados momentos. Lo que nos quitá todo el stress son
las tertulias durante la comida, siempre hay alguien que quiere llevar las
conversaciones a un monotema, pero siempre estamos el resto cambiando de tema y
los días que nos da por reirnos es un no parar. Hay momentos que en mi caso me
duele la tripa de tanto reirme. De estas comidas salen situaciones de lo mas
esperpenticas como la idea de “instalar una ventana portatil” en ciertos
despachos, planes B por si la ceremonia de apertura o clausura falla, tipicos
cotilleos del comité, siempre le hacemos un traje a alguno….. vamos cosas
normales.
Y así pasan los
días. Ya queda poco para que esta locura comience. Estos próximos diez días van
a ser mortales, pero si los superamos todo va a ir rodado.
Por mi parte me
quedan un par de flecos que resolver, pero con el último mail bomba que he mandado
hoy antes de salir de la oficina creo que para mediados de la semana que viene estarán
encaminados y ya podré empezar a dedicarme a los broadcasters que empezaran a
llegar en los próximos días.
Ire contando cosas,
aunque dispongo de poco tiempo algun otro post caerá.
Fins aviat!! ;-)
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