viernes, 5 de julio de 2013

Viernes 5 de Julio

Después de unos cuantos días de lo más atareados y tras aclarar una serie de malentendidos en relación a determinadas cláusulas contractuales, por fin tengo un ratito para escribir unas líneas.
Esta semana y pico ha sido de lo más estresante. Nuestra vida desde el comité organizador se ha reducido a venir a trabajar y volver a casa a dormir y volver a trabajar. No había tiempo para ninguna otra cosa.
Por aquí reivindicamos días de 36 horas porque con 24 no nos llegan. Nosotros también reivindicamos jornadas laborales de 40h semanales jijijijijijiji. De todas formas hay que decir que aún no ha llegado lo peor, las jornadas más estresantes están aún por llegar. Los próximos diez días van a ser los calves para el devenir del campeonato. 
 
Estos próximos días hay que terminar todos los flecos que aún quedan pendientes, más apagar los conatos de incendio que surgen cada día y a cada momento. Como te descuides media hora te han preparado una tan grande que no sabes ni por dónde empezar a solucionar los problemas.
Aquí todo va tan rápido que los esquemas o planos que haces un día, al siguiente quedan obsoletos y te pasas el día mirando cual es la versión más nueva y en cual te has quedado tu.
Como curiosidad a mí me pasó que recibí por mail un archivo, le di a imprimir el documento adjunto y cuando regresé de la impresora de recogerlo ya habían enviado la versión nueva del mismo documento. Todo eso en menos de cinco minutos. Así que más nos vale estar despiertos porque sino nos pilla el toro.
También se nota que la fecha se acerca porque la gente empieza a estar más nerviosa. La gente va mucho más rápida y concentrada y de vez en cuando se escucha un tono de voz un poco más alto que el resto.
Antes cuando nos encontrabamos por los pasillos nos parabamos unos segundos a ver que tal iba todo, a comentar alguna anécdota, o quedar para tomar algo cuando saliamos del trabajo etc etc, ahora en cambio lo encuentros en los pasillos muchas veces sirven para desahogarse y que la gente sepa lo mal o muy mal que te está yendo el día, para avisarle a alguien que le has pasado un marron (palabra de moda estos días Brown-dispaching: dicese pasarle el marron al siguiente) o cosas de ese estilo. He oido a la gente jurar en diversos idiomas; serbio, ruso, catalan, castellano, costa-ricense  y seguro que me dejo alguno más; menos mal que la sangre nunca llega al río y al final todo encuentra su punto de equilibrio.
Eso sí, últimamente la frase entre nuestro grupo de gente es la de “pon un vasco en tu comité” Algunos pensaran que menuda estupidez o ataque de chovinismo, pero resulta que por aquí hasta hoy eramos dos vascos (hoy se nos ha incorporado otra) y los dos estábamos en el mismo departamento. El nuestro funcionaba relativamente relajado, pero de repente algo se tuerce y cuando crees que todo va bien te cae el marron del siglo. Que si un material que tenias previsto no llega, o llega equivocado, o crecen diversas redes imprevistas, u otros compañeros te empiezan a tomar por el pito de un sereno….. pues bien es cuando sacamos la mala leche que llevamos dentro y empezamos, sin perder la calma en ningun momento, sino no tiene gracia, empezamos a meter pullitas. Damos un golpe en la mesa o mi favorito empezamos a mandar los que se empieza a denominar por aquí “mails bombas”. Dicese del mail en el que de buenas maneras y educadamente muestras tu cabreo y haces entreveer que tonterias las justas, que de buenas somos muy bueno pero de malas soy el peor.
Hubo quien en una primera vez no lo entendió, pero os puedo garantizar que a la segunda lo hizo. Algunos les llegan mails con cierta ironia y mala leche pero parece que por el momento resultan efectivos. Es más, ya han sido dos personas las que me han confesado que cuando reciben un mail mio les da miedo abrirlo.  Pero bueno tampoco soy tan malo, lo que pasa es que de vez en cuando hay que ponerse serio para hacerse respetar sino esto es un show.
Entre estos mail y mi actitud diaria ya me he ganado dos motes: Uno secundado por Julia y Sara (ya os hablare de ellas) que ya me han bautizado como “The observer” y mucho me temo que no me voy a quitar este apelativo de encima.
Y el otro impulsado por las chicas de produccion TV y que también se está extendiendo “el hombre tranquilo”. Hay que intentar no perder nunca la calma y transmitir serenidad para que todo el mundo esté tranquilo. El otro día Lara cuando llegué a su oficina me dice, uyyy que bien que vienes a transmitir esa serenidad tuya. Solo pude mirarle, reirme y seguir removiendo mi café mientras les decia a ver si saliamos a la calle a “respirar” un poco.
El ambiente aunque se está notando el stress, sigue siendo muy bueno y por muy jodido que estes siempre hay alguien que te hace sacar una sonrisa y aseguro que es más que necesario sonreir en determinados momentos. Lo que nos quitá todo el stress son las tertulias durante la comida, siempre hay alguien que quiere llevar las conversaciones a un monotema, pero siempre estamos el resto cambiando de tema y los días que nos da por reirnos es un no parar. Hay momentos que en mi caso me duele la tripa de tanto reirme. De estas comidas salen situaciones de lo mas esperpenticas como la idea de “instalar una ventana portatil” en ciertos despachos, planes B por si la ceremonia de apertura o clausura falla, tipicos cotilleos del comité, siempre le hacemos un traje a alguno….. vamos cosas normales.

Y así pasan los días. Ya queda poco para que esta locura comience. Estos próximos diez días van a ser mortales, pero si los superamos todo va a ir rodado.
Por mi parte me quedan un par de flecos que resolver, pero con el último mail bomba que he mandado hoy antes de salir de la oficina creo que para mediados de la semana que viene estarán encaminados y ya podré empezar a dedicarme a los broadcasters que empezaran a llegar en los próximos días.
Ire contando cosas, aunque dispongo de poco tiempo algun otro post caerá.
Fins aviat!! ;-)

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